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EQUIPO NECESARIO PARA UN VIAJE FOTOGRÁFICO

Actualizado: 12 abr 2020


Material fotográfico para un viaje fotográfico.
Material necesario para un viaje fotográfico

Después de toda una vida viajando de un lado para otro, y media viajando con equipo fotográfico, voy a resumir en este artículo el material imprescindible y el recomendado para un viaje fotográfico, ya que muchas veces he transportado demasiado material que no he utilizado, y en otras ocasiones (normalmente después de un viaje en el que me ha sobrado mucho material), me he quedado corto y me he arrepentido.


Lo primero que debemos analizar es el tipo de fotografía que vamos a realizar: de naturaleza, urbana, callejera, de retrato, macro, nocturna, etc).

Es muy importante la selección de objetivos que vamos a transportar en nuestro viaje, que se ajuste lo más posible a las necesidades de la fotografía, pero también en relación al peso que transportaremos en nuestra mochila (si vamos a hacer largas rutas de tracking llevaremos equipos reducidos).


Además y no menos importante, deberemos tomar la decisión de si necesitaremos flash para nuestras fotografías objetivo o podremos pasar sin él.



Lofoten Islands ©Javier Alonso Teresa
LOFOTEN ISLANDS ©Javier Alonso Teresa

Material básico para un viaje fotográfico:


Cámara: Obviamente sin ella todo lo demás carece de importancia. No está de más comprobar si hay alguna actualización para nuestra cámara, o si es necesario, limpiar el sensor en una tienda de confianza (si aparecen en las fotografías manchas en los mismos sitios, significa que debes limpiar el sensor). Aunque si no te da tiempo, siempre podrás corregirlo en la post-producción.


Baterías: Siempre es recomendable (por no decir obligatorio) llevar más de una, y a ser posible originales, ya que dan mejor resultado y son más fiables. Si además el viaje es a destinos fríos (como nuestro Workshop de Auroras Boreales), lo ideal es llevar 3 baterías, ya que el frío las agota más rápido, y haremos largas exposiciones, que también aumenta el consumo de la cámara.


Tarjetas de memoria: Igual que las baterías, es recomendable llevar varias tarjetas por dos motivos: uno, por tener mayor capacidad de almacenamiento para el viaje, y dos, para repartir las imágenes del viaje entre varias tarjetas, de manera que si una se pierde o se estropea, no perdamos todas las imágenes de ese viaje tan esperado. Por eso recomiendo llevar más tarjetas medianas que pocas grandes. Otra opción muy recomendada es (en las cámaras que lo permiten), grabar todas las fotografías en 2 tarjetas simultáneamente para tener una copia de seguridad.


Cargador de baterías: Que no se nos olvide el cargador, ya que habrá destinos en los que nos sea muy difícil o imposible encontrar uno para comprar.


Adaptador de enchufe: Si es diferente al de nuestro país de origen.


Auroras en Lofoten ©Javier Alonso Teresa


Trípode: ¿Lo vas a necesitar? Esta es una de las preguntas más difíciles de responder antes de iniciar un viaje, y es que transportar u trípode y no usarlo da bastante rabia. Si vas a hacer fotografía de naturaleza y buscas el efecto seda del agua, o fotografías nocturnas de la vía láctea y las estrellas, las Auroras Boreales, etc. Entonces sí que tendrás que llevarlo, pero si no es así, es muy probable que puedas prescindir de ese accesorio incómodo de transportar, y viajar más ligero.


Objetivos: Esta es una de las elecciones mas delicadas y dependerá del viaje que vayas a realizar, pero también del material que tengas disponible.





La primera clasificación la haremos entre objetivos fijos (que dan mayor calidad de imagen) y objetivos con zoom (que son mas versátiles).


Objetivos con zoom:

Angulares: Hasta 35 mm (16 -35 mm por ejemplo), son muy recomendables para fotografías de paisaje, ya gracias a su gran ángulo de visión, permitirán que gran parte del escenario entre en una sola imagen.


Atardecer en el Val d´Aran ©Javier Alonso Teresa

Zoom “normales”: entre 35 y 70 mm (24 -70 mm por ejemplo), serán los más versátiles para diversas situaciones y topos de viaje, ya que abarcan las distancias focales más naturales y parecidas a la vista humana (50 mm aprox.).



Atardecer en el Val d´Aran ©Javier Alonso Teresa

Teleobjetivos: Más de 70 mm (70 - 200 mm por ejemplo), adecuados para fotografía de fauna, deportiva, aunque también muy utilizados para retrato y para paisaje. El handicap de estos objetivos es el peso, por lo que habrá que pensar bien si lo vamos a necesitar.



Lobo Ártico ©Javier Alonso Teresa

Además, también existen los llamados ultra angulares, que son objetivos con un ángulo de visión muy forzado y abierto, (tipo ojo de pez), que nos pueden dar un punto de vista atractivo en alguna escena de naturaleza, fotografía de acción o arquitectónica, pero al no ser objetivos que se utilicen mucho (ya que su capacidad para “deformar” la realidad resulta atractiva en ocasiones muy concretas), será un peso extra en nuestra mochila para una ocasión muy puntual.



Sagrada Familia ©Javier Alonso Teresa

Por último, los objetivos macro: Muy útiles para viajes de naturaleza en los que tengas como objetivo fotografiar pequeños animales, insectos o plantas.



Hojas en primavera ©Javier Alonso Teresa

Objetivos fijos:

Como ya hemos comentado, ofrecen mayor calidad de imagen que los objetivos de zoom, por lo que para un viaje en el que el volumen o peso del equipo no sea un problema, sería una buena opción llevar uno. También si vas a hacer un viaje urbano, es muy divertido y enriquecedor “entrenar” fotografiando con un único objetivo fijo de 35 mm o 50 mm.


Mochila o bolsa de transporte: No menos importante que todo lo anterior, una buena mochila o bolso de transporte nos ahorrará dolores de espalda. Si además vas a frecuentar zonas muy concurridas en ciudades y con posibilidad de robos, recomiendo las mochilas que tienen acceso al equipo por la espalda, así tu caro equipo fotográfico estará a salvo.


Filtros de fotografía: Si queremos hacer largas exposiciones a plena luz del día, necesitaremos filtros ND, y para no quemar o dejar demasiado oscura una fotografía de amanecer o atardecer, los filtros ND graduados nos van a facilitar también el trabajo.


Atardecer en Reine ©Javier Alonso Teresa

Gamuza de limpieza: Probablemente el accesorio más barato de toda la mochila, y uno de los más útiles cuando se acomoda una gota de agua en medio del objetivo.


Cable disparador: Para fotografías de larga exposición, es básico que la cámara no se mueva nada, por lo que debemos dispararla remotamente. Aunque las nuevas cámaras incorporan wifi y podemos dispararlas desde nuestro smartphone, gasta mucha mas batería que disparando desde el cable o mando.


Backup o copia de seguridad: Si el viaje es largo, no esta de más llevar un dispositivo para volcar el contenido de las tarjetas de memoria y así disponer de mas espacio para seguir haciendo fotos, o simplemente duplicarlo “por si las moscas”. Ahora existen discos duros con wifi, por lo que podremos pasar directamente los archivos desde nuestra cámara.





Además, debemos tener en cuenta las características del país al que viajemos, ya que si nos desplazamos al Ártico, no podemos olvidar además de buena ropa de abrigo y botas, unos guantes que nos permitan manejar la cámara sin quitarlos.

Pero lo que nunca debe faltar son las ganas de hacer fotografías, y sobretodo, disfrutar de cada momento de ese magnifico viaje. Y si tienes alguna duda sobre el material necesario para tu próxima aventura, puedes consultárnoslo y nosotros te aconsejaremos sobre la mejor opción.


¿AUN NO CONOCES NUESTROS VIAJES FOTOGRÁFICOS?







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